lunes, 3 de octubre de 2011

Una historia de amor triste, ¿o no?

Esta e la historia de una chica corriente, que esta enamorada, ¿de quien? Pues de ni mas ni menos que del chico mas guapo, popular, deportista y estudioso de colegio, de ese, que no la hacía ni caso, pues sí, de ese que ni la conocía, de ese. Ese, llamemos lo él, nunca, nunca jamás, a sus 16 años, había salido con nadie, ¿por qué? te estarás preguntando, pues bueno, yo te diré por que, por que siempre, siempre siempre que le pedía salir a una chica, esta iba corriendo a decirse lo a sus amigas, y entonces el la decía que ya no quería salir con ella, por haber salido corriendo de allí, y entonces, como siempre ocurría, pues, había salido con nadie.
Ella, chica norma, pelo moreno, ojos azules ( prácticamente lo único que la hacía especial), delgada, de piel blanca como la leche, le había querido desde que llegó al colegio hace dos años, cuando dejó a su novio por querer le a él,al mejor, al inalcanzable, a él y solo a él, a nadie más.
En un día cualquiera, como era de esperar en un día normal, estaban en clase todos los alumnos de 1º de Bachillerato, estaban el su clase de química, y como un día cualquiera ella le miraba. Estudiaba sus movimientos, sus ojos verdes, su cara de no entender lo que hay que hacer, su pelo castaño que brillaba con la luz de la tarde.... Todo.
En esa clase, en ese momento, hicieron parejas de laboratorio, y les nombraron, a los dos. ¡Iban juntos! Su sueño de toda la vida se había cumplido, su sueño, que la conociese por fin, que ya no fuese solo su compañera, podrían llegar ser amigos, y quien sabe, puede que a algo más... Él no sabía como se hacía el experimento que les había tocado, y ella no se había enterado, a si que decidió (ella) preguntarle que había que hacer y el le explico qué había que coger y que tenía que salir. Él, ni idea de como se hacía, por suerte ella sí, pero de los nervios le temblaban las manos. Tenía que coger 2 gramos de sodio,y cuando intentó echarlos, no pudo hacerlo bien, y él al darse cuenta de que casi se pasa, decidió ayudarla. Le toco la mano, ella casi la aparta, pero decidió 'palpar' un poco más ese momento. Él pensando que debía quitar ya la mano, para poder tener tiempo, le cogió la cucharita de laboratorio con sodio de la mano. Ella volvió a lo suyo, y después de esa clase, los dos notaron que tenían una química natural, y entonces el la preguntó si la podía dar clases de química. A él no se le daba bien lo que estaban dando, y decidió, para pasar más tiempo con ella y poder aprobar la asignatura, pedirla ayuda. Ella con la ilusión metida en el cuerpo dijo que sí inmediatamente, pero sin que pareciese que estaba loca por él.
Quedaban para estudiar en muchos sitios, como en la biblioteca municipal, en cualquier lugar, y para ella, aunque solo estuviesen estudiando, era muy romántico, estar solos juntos, aunque sea estudiando.
Un día, que estaban estudiando, uno de los primeros días empezaron ha hablar, y resulta ¡que tenían muchísimas cosas en común! A los dos le gustaba la misma música, les molestaban la mismas cosas, etc.. Y empezaron ha hacerse muy amigos, y a salir por ahí, ir a las fiestas de su ciudad juntos, vamos, que pasaron de (él) no conocerla y ser amigos inseparables.
Un día quedaron en un café, cercano a la ciudad, un café pequeñito del centro

Ella, mientras él daba unos sorbos a su capuccino, le miraba. Sus ojos verdes eran algo que no podía parar de mirar, la ipnotizaban era imposible dejar de mirarlos, y su pelo, que pelo castaño claro tan bonito, tenía un color muy particular, uno que ni había visto nunca, uno muy especial. Cuando él terminó de beberse su capuccino, se dió cuenta de que ella también le miraba. Se miraban mutuamente. Era como un duelo de miradas, un duelo para ver quien aguantaba más. Él, manteniendo la mirada, se movió al lado suyo, y se acercó un poco mas. Estaban muy cerca, ella pensaba que escuchabas sus latidos de su corazón, y él se acercó un poco más, y sus narices estaban rozándose, ella se acercó un poco más, y él la cogió por la cabeza y sus labios se juntaron. Se dieron un beso pasional, uno muy dulce, uno como de película, que parece que los protagonistas no van a soltarse nunca, bueno pues así. Sus labios sabían a caramelo, a algo dulce y adictivo, y ella no quería que se separasen, nunca, nunca jamás.
Después de aquel día estaban más juntos que nunca, salieron juntos durante mucho tiempo, hasta que ueron a la universidad. Se tuvieron que separar, porque sus universidades, aunque gabían hecho las mismas solicitudes, eran diferentes. Ella lo pasó muy mal, hasta que, le volvió a ver. Estaba mejor que nunca, expléndido, pero, estaba con otra.
Ella pensó ``LE HE DADO LOS EMJORES AÑOS DE MI VIDA Y SE LARGA CON OTRA.
ESTOY MUY FURIOSA, PERO LO MAS CURIOSO ES QUE NO ME PUEDO ENFADAR CON EL POR QUE AUN LE QUEIRO``

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